El castor es uno de los roedores más grandes del mundo. De adulto puede pesar hasta 16 kilos y alcanzar una longitud de más de 80 centímetros. Vive principalmente en el agua y es el único miembro del grupo de los castores.
Características
Antes de descubrir su simbolismo y significado tratemos de entender algo más sobre el animal. En la antigüedad había muchas más especies de castores que la única existente hoy en día. De hecho, algunos de los hallazgos son de castores de 40 kilos, del tamaño de un oso. Los presentes hoy en día son mucho más pequeños e inofensivos. Su particular fisicalidad les permite ser excelentes nadadores y su amplia y plana cola actúa como una especie de timón. En la tierra, sin embargo, son muy torpes.
El promedio de vida de un castor es de unos 25 años y tiende a ser monógamo. Elige una pareja y la mantiene durante toda la vida, reproduciéndose una vez al año con una camada que varía de 2 a 5 cachorros. El castor es también un animal social y muchas familias viven juntas de manera pacífica y organizada.
La particularidad que ha hecho famoso a este animal es la construcción de las presas. Sirven para ampliar el área donde viven y aumentar la profundidad del agua. Las madrigueras de castores son únicas en el reino animal y se presentan en tres variaciones según el lugar donde se encuentren (orilla de un estanque, orilla de un lago o una isla). La madriguera está dividida en verdaderos cuartos y almacenes que pueden ser tan grandes como 2 metros y medio de ancho por 1 metro de alto.
Las presas pueden ser realmente increíbles y alcanzar los 300 metros de longitud. Están construidos con troncos, ramas y piedras y cubiertos de plantas que los fortifican con sus raíces. Los castores son excelentes arquitectos y pueden crear estructuras muy complejas.

Simbología
Ahora que sabemos más sobre los castores, podemos entender mejor su significado simbólico. La laboriosidad de este animal lo convierte en la representación del trabajo duro para lograr sus objetivos. Por esta razón el castor está ligado a los sueños personales y a la ambición de conseguir grandes resultados. El castor, al construir su presa, se las arregla para cambiar el sorbo de todo un río y crear un lago artificial. Hablando en sentido figurado, esto significa que es posible desviar el curso de la vida en la dirección que uno quiere tomar, modificando el tramo que aparentemente ya está marcado.
El castor, sin embargo, es también un tótem animal vinculado al crecimiento espiritual del individuo. Su significado está ligado a la fuerza y a la colaboración con los demás. Sus grandes incisivos son capaces de defenderla de la adversidad y los ataques, su espíritu de equipo le permite protegerse a sí misma y a su familia. Este tótem animal da mucha energía positiva y vitalidad.
Otro aspecto simbólico de este roedor está relacionado con la familia y la diversión. Para los castores, la vida no gira enteramente en torno al trabajo duro; son animales que saben cómo divertirse y jugar con los demás. También disfrutan de pasar tiempo con su familia y sus compañeros animales. Todos los esfuerzos se hacen para el bienestar de la comunidad y no para el beneficio personal. El castor enseña a dar la prioridad adecuada a las cosas, dejando espacio para las posibilidades (ya que renueva la madriguera y la presa cada año, añadiendo habitaciones y ampliando el tamaño) y poniendo pasión en sus proyectos.
Tener al castor como animal tótem es una fortuna porque aporta equilibrio, determinación, disciplina y energía, todas ellas cualidades extremadamente positivas y útiles en la vida cotidiana.