A menudo se le describe como un mensajero de los Dioses, una clara alusión al lado oscuro e impenetrable de la psique humana, asumiendo así un significado puramente negativo. Y no es coincidencia que en muchos cuentos populares y supersticiones, el cuervo sea el precursor de malas noticias: enfermedades, guerras y muertes familiares, lo que, por supuesto, le da a esta ave una reputación lejos de ser buena.
El cuervo: un simbolismo ambivalente
Si nos distanciamos de las supersticiones anteriores, y también de los clichés clásicos, descubrimos, sin embargo, que el cuervo posee una simbología ambivalente, «previendo» de hecho otras numerosas lecturas que lo redimen.
En la antigua religión pagana, basada en la tierra, el pájaro negro está de hecho a menudo dotado de cualidades mágicas que traen conocimiento oculto y profecía, habilidad e ingenio. Y en la cultura nativa americana, el cuervo es uno de los animales más respetados, capaz de proporcionar perlas preciosas de sabiduría a los hombres. Las plumas negras de este pájaro, además, representan el paso al infinito, y al estar en contacto directo con el Gran Espíritu, pueden curar al individuo que lo evocó por medio de la magia.
Y de nuevo, la mitología de algunos pueblos indios quiere que fue el cuervo el que creó la tierra, llevando en su pico los guijarros que luego cayeron en el mar para dar vida a las primeras islas.
Tal vez, como se dice a veces, «la verdad está en el medio»: el significado que mejor se le puede atribuir al cuervo es el de transformación, de cambio. Como mensajero de la muerte, su imagen puede indicar un final necesario, indispensable para un nuevo comienzo.
El significado del tatuaje del cuervo en varias culturas
Acabamos de considerar el doble valor que asume la imagen del cuervo, la ambivalencia que lo distingue, conectándolo al mismo tiempo de sol y oscuridad. Ahora descubrimos el significado del tatuaje del cuervo en diferentes culturas.
En China y Japón, este pájaro negro simboliza el amor a la familia, y en la mitología de los países orientales, los Tengu, «espíritus de los cuervos» pero también dispensadores de enseñanzas válidas, suelen asumir la apariencia de un cuervo cuando se acercan a los seres humanos. Este concepto se encuentra entre los pueblos de la costa noroeste del Pacífico: el rapaz es considerado por ellos como una criatura dotada de poderes sobrenaturales, capaz de transformarse en cualquier cosa que desee, rencorosa pero al mismo tiempo capaz de dar preciosos consejos y regalos útiles para la supervivencia.
La cultura celta ve junto a los cuervos figuras femeninas como las diosas Morrigan – capaces, según la leyenda, de descender al campo de batalla en forma de cien cuervos – y Badb, el «Cuervo de la batalla», símbolo de la guerra y el derramamiento de sangre.
Vinculado al héroe galés Bran, el Cuervo es el emblema de la sabiduría, la profecía y el conocimiento. Otro significado se encuentra relacionado con el poderoso rey celta Lugh, considerado un maestro en la forja de metales, esgrima, augurio y, en general, un rey omnisciente. El pájaro negro en este caso denota la habilidad profética.
En la cultura escandinava, el cuervo es el pájaro sagrado de Odín: este último tiene dos cuervos sobre sus hombros, Huginn (el pensamiento) y Munin (la memoria), que viajan por el mundo trayendo información a su amo.
En la mitología griega, el cuervo no tiene una buena reputación. Enamorándose de Corónides, Apolo ordena a un cuervo de plumas blancas que proteja a su amada embarazada mientras viaja a Delfos. Coronides no le es fiel, traicionándolo con Ischis, pero el cuervo no informa del incidente a Apolo, quien, como castigo, vuelve negro el plumaje del pájaro.
La cultura cristiana ve en el cuervo el símbolo del pecado, en clara antítesis con el alma blanca de la paloma blanca. El pájaro negro indica el Diablo, que se alimenta de la corrupción; si le pica los ojos, es el Diablo quien ciega a los que han pecado. El cuervo también denota soledad, representando así a los santos ermitaños.
En las culturas hebrea y egipcia, finalmente, el cuervo representa la destrucción y el engaño, y la devastación y la rabia, respectivamente.
Presagios populares relacionados con los cuervos
Hay varios presagios que la tradición popular vincula a los cuervos: vemos algunos de ellos juntos a continuación.
Un cuervo volando cerca de una ventana y graznando es un presagio de muerte; un cuervo solitario en una chimenea indica venganza.
Un cuervo que vuela tres veces sobre una casa y grazna tres veces, es un mal augurio; los cuervos que en cambio vuelan hacia el otro anuncian una guerra entrante.
Los cuervos en manadas que salen de un bosque simbolizan una hambruna inminente.