Venus es el segundo planeta más cercano al sol después de Mercurio. Gracias a su brillo, es el planeta más visible, especialmente al atardecer y al amanecer. La especial fascinación que siempre ha ejercido sobre los humanos que observaron su luz desde lejos deriva de antiguas tradiciones mitológicas. Estas creencias, nacidas con las primeras civilizaciones, han sido transmitidas de generación en generación. En este artículo trataremos la riqueza simbólica de Venus y su importancia en la astrología.
Los símbolos de venus en la antigüedad
Desde los albores de la astrología, Venus fue identificado como la Estrella de la Mañana y la Estrella de la Tarde. Los antiguos sumerios, de hecho, ya reconocían en el cielo esta estrella que fue la primera en aparecer en el horizonte a la primera luz del amanecer y la primera en asomarse al atardecer, antes de la puesta del sol.
Su extensa herencia simbólica deriva principalmente del politeísmo greco-romano. Venus es el equivalente latino de la diosa griega Afrodita, cuyo nombre significa «espuma del mar». De hecho, la leyenda dice que la diosa nació de una concha del mar. Habría sido en la isla de Chipre donde la diosa emergió de las aguas como una joven mujer, trayendo orden y sentimiento al mundo. Su nacimiento estuvo de hecho vinculado a un acto violento, es decir, al desalojo de Urano por Cronos, que había arrojado sus genitales al fondo del mar, de donde tomó forma la espuma que generó la diosa. La vida resultante tuvo como efecto la unión de Urano con Gea, del cielo con la tierra, para restaurar el orden donde reinaba el caos.
Venus era la diosa dedicada a la esfera emocional y su influencia en los asuntos terrenales se refería a la búsqueda del placer y el bienestar. Según el mito, su hijo Cupido (Eros en la versión griega) se encargaba de hacer el amor con sus dardos. Los valores con los que tradicionalmente se asocia al planeta son el amor, la belleza, la pasión, el afecto, la armonía, la atracción, la feminidad, el deseo, la inspiración, la imaginación y la creatividad. Venus expresa un sentido de bondad, medida y respeto, cualidades que mejoran su armonioso equilibrio.
Venus en la astrología
El simbolismo de Venus encuentra una poderosa aplicación en la astrología. La tendencia, de hecho, es establecer una relación entre los movimientos del planeta y sus efectos en la vida de las personas. Como se ha dicho, Venus es el planeta a cargo del bienestar y el equilibrio, principalmente en la esfera afectiva y amorosa. Como hace transiciones más rápidas que las de la Tierra, sus efectos no son duraderos. Por lo tanto, cuando Venus esté en tránsito positivo, será un buen momento para sentirse en paz con uno mismo y, por consiguiente, con los demás. Las relaciones se beneficiarán de la influencia del planeta del amor, y los eventos artísticos y culturales se beneficiarán de su influencia beneficiosa. Por el contrario, cuando Venus está en tránsito negativo, advierte sobre la posibilidad de problemas sentimentales o conflictos internos que obstaculizarán el camino hacia la serenidad y la felicidad.
Símbolos asociados con venus
Hay muchos símbolos asociados con este planeta. Empecemos con el más característico, el glifo. En el caso de Venus, es un círculo (que como para todos los planetas representa la espiritualidad) que supera una cruz (representación de la materia). Esta disposición específica simboliza el triunfo del poder del amor y la armonía sobre cualquier trabajo terrenal.
Pasando a los símbolos del mundo animal, hay dos muy queridos por Venus: el cisne y la mariposa. El cisne encarna los valores del amor, la gracia y la pureza, y se asocia con el elemento Agua, del cual cabalga las olas con elegancia, liberando la libertad y las emociones. La mariposa, con sus colores y la típica gracia con la que vuela de flor en flor, recuerda la belleza de la diosa y sus varios coqueteos con dioses y mortales.