Plutón, un planeta enano que orbita alrededor de las regiones periféricas del Sistema Solar, fue descubierto en 1930 por Clyde Tombaugh, y en un principio fue clasificado como el noveno planeta. Tiene cuatro satélites naturales: Caronte, el mayor, identificado en 1978, Noche e Hidra, el menor, descubierto en mayo de 2005, y P4, identificado a través del Telescopio Espacial Hubble el 28 de junio de 2011.
Simbolismo del planeta plutón en la astrología
El simbolismo del planeta Plutón se encuentra en una combinación de iniciales: la «P» indica el dios romano del inframundo, y la «L» se refiere al famoso astrónomo Percival Lowell, el primero en postular su existencia.
Muy profundos y al mismo tiempo «desafiantes» son los atributos de Plutón, significados, todos ellos, para ser vinculados al «lugar» que ocupa dentro de la mitología, es decir, a su asiento en el trono dentro del Hades, un mundo subterráneo hecho de sombras oscuras. Espero con ansias esto, de lo que nos ocuparemos más tarde.
La psique más interna, el poder más oculto. Pero también la distancia, la obsesión, la revelación, la oscuridad. Y de nuevo, la reflexión, la transformación, los cambios radicales y el renacimiento, la regeneración, los ciclos de la muerte y el devenir. Estas son las imágenes encarnadas por Plutón, que «maneja sus espacios» desde el interior, oculto en las sombras, y por esta razón la energía conectada a este planeta debe ser «manejada» con gran cuidado, para poder afrontar mejor los desagradables efectos internos. Pero, a pesar de su oscuro, oscuro simbolismo, Plutón lleva consigo la belleza, aunque espantosa, del caos que habita en cada ser humano y en todo.
Significado del planeta plutón: los aspectos más íntimos del propio ser
Acabamos de conocer el intenso simbolismo relacionado con Plutón, este planeta «sombrío» pero al mismo tiempo «fascinante» por todo lo que evoca. En particular, vamos a descubrir ahora el viaje de profunda transformación, de cambio, de metamorfosis, íntimamente conectado a él.
Hay que partir de la consideración de que todo lo tocado por Plutón nunca volverá a ser como antes; es en este aspecto que hay que captar la dimensión «lúgubre», «lúgubre», que, en una especie de «regeneración», permite «despedirse» de todo lo que «uno era» y que «uno ya no es», porque ya no es «propio». En el sentido de que algo que ha formado parte de nuestra vida, algo a lo que estábamos profundamente apegados, y que también hemos protegido con todas nuestras fuerzas, ahora ya no lo necesitamos, por el contrario, su permanencia «con nosotros» obstaculizaría nuestro camino, nuestro crecimiento interior, y por lo tanto, debemos dejarlo ir. Sólo así nuestro «yo» más íntimo puede prepararse mejor para el cambio que ya está teniendo lugar.
Ciertamente, este proceso de transformación no está exento de problemas y dificultades, porque para emprenderlo es necesario renunciar a partes de uno mismo, para «destrozar» casi, sintiéndose indefenso, «expuesto». Al mismo tiempo, sin embargo, dicho «destrozo» no debe ser cubierto con una connotación exclusivamente negativa, que se remonte a la muerte o a la despedida de personas queridas, porque los tránsitos del planeta Plutón se refieren la mayoría de las veces a la separación del esquematismo mental, de los modos de comportamiento en contraste con su propio proceso evolutivo y de crecimiento.
En otras palabras, es necesario dejar atrás las emociones que se han vuelto tan negativas que han afectado la percepción real de los sentimientos de uno. Sólo así será posible «acercarse» a las verdaderas intenciones, a la verdadera forma de sentir y ver las cosas, y acercarse, en consecuencia, a un renacimiento interior.
El planeta plutón en la mitología
Después de haber descubierto el simbolismo del planeta Plutón en la astrología, y su significado, cuidemos el «lugar» que dicho planeta «ocupa» dentro del mito, aspecto anticipado al principio de la discusión.
Uno de los tres dioses de la mitología griega que dividió el mando del Universo tras la victoria sobre los Titanes, a Hades/Plutón se le asignó el Inframundo, o Tártaro, donde reinaba sobre los muertos. Donde en cambio a Zeus/Júpiter se le dio el Cielo, y a Poseidón/Neptuno el mar.
Su nombre -cuyo significado era «el Invisible»- no solía pronunciarse, ya que se creía, cuando se le dirigía, que incitaba su ira; por esta razón se utilizaban varios eufemismos, el más frecuente de los cuales era precisamente Plutón (el «rico»), una clara referencia a la riqueza de la tierra, entendida tanto como tierra cultivada como como minas que esconde bajo tierra. Por esta razón Plutón es a menudo representado con un cuerno de la abundancia, el emblema de la riqueza. A su lado reina Perséfone, secuestrada por el dios y obligada a permanecer en su compañía durante tres meses del año, hasta el invierno.